miércoles, 23 de mayo de 2012

BALONCESTO, MATEMATICAS Y FAIR PLAY

BALONCESTO, MATEMÁTICAS Y FAIR PLAY

Me gustaría traer a debate una situación que por repetida en casi todos los partidos, no deja de ser, en mi opinión, completamente lejana del juego limpio que siempre ha caracterizado a este deporte.
Se trata de la forma de penalizar en la actualidad las faltas personales. Imaginemos un partido cualquiera. Un equipo A gana por dos puntos a falta de 20 segundos. ¿Cuáles son las instrucciones que recibe el equipo ganador en ese momento por parte de su entrenador en el consiguiente tiempo muerto?. Hagamos falta al jugador X (normalmente será elegido el de peores estadísticas en tiros libres) nada más sacar de banda y concedamos dos tiros de personal. ¿Matemáticamente qué conseguimos bajo estas premisas?. Pues que el equipo perdedor B no tendrá opción de conseguir, salvo milagro, una opción de un tiro de tres puntos (reducción matemática de un 33% de las opciones del equipo B en posesión del balón). Le restan por tanto un 66% de las posibilidades de sumar puntos que tiene. A continuación se va a la línea de tiros libres y se intenta la consecución de dos puntos. Pero si aplicamos el promedio general de todos los equipos de élite en la línea de tiros libres ( de en torno al 80%), las opciones de conseguir puntos decrecen hasta un 0,66 x 0,8 = 0,528%. Es decir, que el equipo atacante B, que en principio tenía la opción de conseguir tres puntos, ve reducida, mediante esta práctica de cometer una falta “intencionda”, su posibilidad de sumar hasta unos pobres 1,5 puntos (no efectivos, sino en promedio. Habrían de ser bien 1 punto o bien 2). Supongamos que B ha conseguido encestar los dos tiros libres y que van empatados. ¿Qué sucede a continuación?. Tiempo muerto de B y puesta en práctica de la misma estrategia. Y asi unas cuantas veces más. Os suena esto que os describo?
Contra este argumento se puede replicar que al ser ambos equipos los que lo practican, no hay nada que objetar y que ambos se ven beneficiados o perjudicados de igual modo.
Pero ahora pensemos en la misma situación anterior en equipos de formación y no digamos nada en cuanto a equipos de niños pequeños. ¿Les estamos enseñando a través del deporte a practicar el juego limpio o a obtener beneficios de las deficiencias o carencias de los demás?. Las órdenes en este caso serían – haz falta a Fulanito -.  Ni que decir tiene que Fulanito es el niño que apenas llega con su tiro desde la línea de personal al aro, que probablemente no encestará ningún tiro de personal y que las opciones, no digamos ya de tres, pues los niños pequeños no llegan desde la línea de tres, pero si de conseguir algún punto de personal bajan directamente a CERO.
En la actualidad existen dos tipos de faltas personales, la ordinaria y la mal denominada antideportiva. ¿Por qué denominarla asi si no va contra el deporte? Una falta antideportiva sería aquella con la que se debería sancionar a algún jugador que comete una acción contraria a la esencia del deporte y, en mi opinión, debería ser objeto de expulsión inmediata del jugador que la comete. Por tanto, quedaría un vacío en la reglamentación que debería ser rellenado por la falta intencionada, que estuvo en vigor y ahora no existe, y que debería ser sancionada con un tiro libre y posesión de balón para que todas las faltas que se cometen actualmente practicando el “unfair play” tuvieran una sanción superior a la falta normal y de carácter involuntario.
¿Qué se conseguiría de esta forma?. En primer lugar que los últimos momentos de los partidos no duraran largos minutos de peregrinaje entre las dos líneas de personal demostrando cual es el equipo con mejores tiradores de libres (parecen partidos de fútbol que se resuelven por tandas de penaltis), que volvieran a estar en vigor las defensas presionantes sin personales, bien al hombre o zonas press, y que el objetivo final fuera robar el balón mediante esas defensas o que gracias a la defensa el equipo contrario no consiguiera encestar de lejos. Todo lo anterior en cuanto a los equipos de nivel; en cuanto a los equipos de formación no estaríamos enseñando aviesas prácticas opuestas a los valores formativos del deporte.
En abundamiento de mis palabras os remito al partido Minnesota Timberwolves - Oklahoma Thunders  (Ricky Rubio acababa de lesionarse y no jugó) del pasado 23-3-2.012, que finalizó 140-149 tras dos prórrogas conseguidas en sendos tiros de 3 por Kevin Love y Kevin Durant sin que nadie hiciera faltas "tácticas" para evitar los triples. Faltando 5 segundos del 4º periodo Durant consigue un triple que pone a Oklahoma por delante por 113-116. Le replica Kevin Love con otro triple a falta de 1 segundo para empatar a 119. Al final de la primera prórroga va ganando Minnesota por 129-124 a falta de 46 segundos. Oklahoma mete una de dos, 129-126. Con este resultado Love comete pasos en ataque; posesión de Oklahoma y nuevo triple de Durant para finalizar esta prórroga 129-129 y dar paso a la segunda prórroga que terminaría con el resultado final 140-149. Ni imaginar quiero la belleza que se habría destruido si este partido se hubiera celebrado bajo reglas FIBA.

Para ampliar la imagen pinchar en el cuadrado, abajo a la derecha, del videoclip.

Si de la NBA hablamos, las prácticas defensivas que en el entorno FIBA se consienten, allí serían generadoras de formidables conflictos. Cualquier jugador que percibe intencionalidad en las faltas que cometen contra él se revuelve con intención de pelear porque no se acepta la intencionalidad en las personales. De hecho, los comentaristas españoles de aquel partido no entendían por que no hacían falta los defensores para evitar aquellos lanzamientos de 3 puntos.
¿No será que, en beneficio del espectáculo, estemos pervirtiendo una vez más los valores, en este caso deportivos, para enrasar nuevamente por debajo y no permitir que destaquen los mejores? ¿No es verdad que la capacidad anotadora de los equipos ha decrecido por causa del consentimiento feroz de las defensas?. No propugno un juego de patio de colegio femenino, pero si que no se obtenga beneficio por el hecho de endurecer las defensas y por hacer faltas claramente intencionadas. En ningún aspecto del orden social, y el baloncesto en particular, como deporte que es, no debería caer fuera de ese orden social, es aceptable que quien viola la norma, el reglamento, obtenga beneficio de esa violación. Y es el caso de esas numerosas faltas que cometen los defensores al sacar de fondo o al hacer un contraataque con ventaja el equipo contrario, y que en virtud de su falta intencionada, sin posibilidad de ir a robar el balón, se benefician de la interrupción del juego anulando la ventaja del atacante y con la sola penalización de una falta personal ordinaria.
Podreis encontrar más y mejores comentarios respecto a la reglamentación actual y de la forma de pitar las faltas intencionadas en la página de Aito García Reneses, a la cual os remito: http://www.mipaginapersonal.movistar.es/web3/aitogarcia/lapag2012.htm

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